
Sus pelos eran más frescos que el césped de aquél parque que siempre recorríamos,
sus besos eran como la miel , aunque no terminarán de ser de mi gusto eran dulces y extraños...
a medida que el intercambio de saliva se repetía accedía más deprisa a mi corazón..
como si la miel empezara a gustarme..
a medida que aumentaba el periodo de amor en mi vida,
mi mente se disparaba y enfurecía por atarme a lo ambiguo..
llegue a perder la razón, el estado de animo...
y ahí empezó mi ser a ser propenso a lo individualista...
La materia que adoptan mis sentimientos es peor que el cartón,
cuando se moja puede ser irreconstruible aunque lo dejes secar al sol.
Cuando empece a darme cuenta de que mis emociones desmontables eran como un playmovil, empece a entender que era aún pronto para renovar mis ansias de nuevo.
La gente empezó a mirarme con cara extraña ante la visión de que yo no podía corretear a mis anchas en un mundo tan extremo como este,
pero me daba igual... intente saltar tantos que me empezaron a doler los pies cada fin de semana... empece a querer más ... a sentir más... incluso pensé en perderme...
... pero no todo es así de simple,
no todo el mundo seca mis sentimientos, no todo el mundo desmonta mi vida y nadie es capaz de tirarlo todo por los aires...
es ese mi maldito problema quiero que alguien tire mis malditos papeles ya,
porque antes de que toquen el suelo ya estaré besandole.
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