viernes, 22 de junio de 2012


A menudo que se desmorona mi vida,
las perífrasis verbales se apoderan de las zonas bandidas de mi cuerpo,
me encantan los cruces de palabras,
los pelos sobre la cara y quedarme muda por no tenerte.

Hace tiempo que no escribo porque no desnudo mis sentimientos,
hace tiempo que no consigo redactar mi estado actual,
mis días no vividos y mis noches eternas.

Así, que a menudo me desnudo pero siempre ante la bondad del mundo,
intentando captar la reciprocidad del tiempo al ver que las prendas caen y no se detienen..
desprenderse de mi es lo que mas oscilan las segundas pieles.

En caso de guerra diré que siempre fui un país neutro en mis venas y una cara dura con el corazón.
Las ambigüedades nos vuelven vulnerables hacia el mundo,
las opciones, los pasillos, los comederos e incluso el césped me dan ganas de tumbarme.

No miro opciones ni guiso mi mal de amores,
simplemente, hago una jerarquía de mis prioridades seguida de mis sentimientos y luego vuelvo a quitarme la ropa pero esta vez no puedo porque ya solo me queda una misera capa de piel que se eriza con las inseguridades del mundo.

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