A menudo que se desmorona mi vida,
las perífrasis verbales se apoderan de
las zonas bandidas de mi cuerpo,
me encantan los cruces de palabras,
los pelos sobre la cara y quedarme muda
por no tenerte.
Hace tiempo que no escribo porque no
desnudo mis sentimientos,
hace tiempo que no consigo redactar mi
estado actual,
mis días no vividos y mis noches
eternas.
Así, que a menudo me desnudo pero
siempre ante la bondad del mundo,
intentando captar la reciprocidad del
tiempo al ver que las prendas caen y no se detienen..
desprenderse de mi es lo que mas
oscilan las segundas pieles.
En caso de guerra diré que siempre fui
un país neutro en mis venas y una cara dura con el corazón.
Las ambigüedades nos vuelven
vulnerables hacia el mundo,
las opciones, los pasillos, los
comederos e incluso el césped me dan ganas de tumbarme.
No miro opciones ni guiso mi mal de
amores,
simplemente, hago una jerarquía de mis
prioridades seguida de mis sentimientos y luego vuelvo a quitarme la
ropa pero esta vez no puedo porque ya solo me queda una misera capa
de piel que se eriza con las inseguridades del mundo.
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