Buscar la calma entre las tempestades
de mi alma,
nunca fue un juego limpio.
Nunca podría imaginar que se me nudarían
las ganas al verte,
quizás podría hacer tantas cosas por
mi misma que me confiara demasiado a imaginar.
Los pequeños paños de inseguridades
cuando me miras,
son la brochada con mas desparpajo de
este inmenso cuadro.
Se te ve que quieres tirarte de cabeza
pero no se porque aún no te has ido por las ramas,
y sigues andando paso a paso como si
algo se fuese a evaporar,
no trago bien el ron ni siquiera creo
que pueda hacerlo algún día.
Pero cuando estábamos aquel día ,
el día de las camisetas rotas y de los
deseos desparramados en el aire.
Me di cuenta que fue simplemente la
oportunidad la que salvo la noche,
un beso contra la pared en medio de la
oscuridad que quería reflejar que siempre te había reflejado algo
que cierta gente no tenia,
como una hepatitis de ganas por
estrenar al mundo y que no se contagia es tímidamente buena .
Lo que cambian las cosas en un año,
pensaba que las montañas eran
demasiado grandes,
que el agua estaba estancada,
que las posibilidades eran escasas.
Posiblemente era yo la única demasiado
pequeña estancada y con cosas escasas.
Espero que sepáis vivir,
porque tenemos una vida,
y cuando digo una,
al menos a mi me sabe a poco...
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