jueves, 12 de julio de 2012



Por mi espalda brotan mis propias fantasías,
y por las noches mis equivalencias son un desastre.

Ya no se lo que esta bien y lo que esta mal.

No me gusta la ciencia ficción pero me la inculcaron de pequeña,
me cuesta creer que todo sea tan agridulce.

Me merodea por la cabeza una serie de periodos de estrellas que no me dejan nublar con claridad,
digo nublar que es mejor que cegarse a pensar.

Mis colillas son producto de compañía.
Y mis productos carecen de ella.

De verdad,
¿ Cuantos días tiene un año?

No digo días, digo en esos que te frenas y aceleras,
que te das la vuelta y piensas,
¿ que esta pasando?

Esos días que el pintalabios se derrite en tus labios mas de lo normal,
en el que la ropa te molesta,
en el que te quitan la vergüenza y todo empieza a compadecerse.

Hablo de cuantos momentos tenemos que solo queremos recordarlos...
y ni te hablo de las veces que me haces perder la memoria a corto plazo.

La vida es un truco de magia,
simplemente tienes que ver lo que realmente sucede.

Si te sudan las manos o te enervan ,
si va o no,
si tiene sal o es dulce,
si es un hilo invisible o es una doble vía.

Yo de lo que hablo,
es que de asuntos del corazón,
no sé nada.

¿ Cuantos pequeños enamoramientos tenéis al año?

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